Los partidos de la basura
Para José Joaquín León, Director del Grupo Joly, además de Director del Diario de Cádiz fue el partido de la basura. Esperpéntico el encuentro visto ayer en Carranza.. Como es habitual cada día después del partido en casa, la reproducimos para nuestros lectores. .-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.-
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Ni una ocasión creada al Lorca. Erapara taparse la cara.Foto: Jessica González/Diario Cádiz |
LO peor es que todavía faltan dos partidos más en Carranza. Antes de empezar este Cádiz-Lorca, a falta de cinco encuentros para que acabara la liga de Segunda A, ya se conocía el ascenso matemático de Valladolid, Murcia y Almería a Primera. Como tampoco hay riesgo de descenso, para el Cádiz sólo existe el interés por ganar el mayor número de puntos. Pero esto parece que no motiva. La afición cadista, que lo dio todo por su equipo en los últimos años, no se merece la actual situación, en la que la directiva presidida por Antonio Muñoz parece empeñada en buscar comprador para el club, el entrenador Jose González ha perdido los papeles, mientras la mayoría de los jugadores piensan más en su futuro que en su presente.
Estamos así en los partidos de la basura, en una inutilidad donde no se ve fútbol. La afición amarilla, en los últimos minutos, se lo tomó a cachondeo, y hasta hizo la ola. Cuando pitó el árbitro, hubo una pañolada al palco y una bronca a los jugadores, que era el último rescoldo de la impotencia. No se puede considerar como un verdadero partido de fútbol este Cádiz-Lorca, en el que los amarillos apenas dispusieron de jugadas claras de gol y los visitantes demostraron con creces la justicia de su vírtual descenso a Segunda B, sin inquietar a Limia en todo el partido, mientras apuraban sus remotísimas opciones.
Ante un equipo con maneras y futuro de Segunda B, el Cádiz repitió lo de casi siempre: su incapacidad manifiesta para marcar goles. Como otras veces en Carranza, las gafas del 0-0 no se movieron del marcador. Si ustedes quieren se lo achacamos a las dimensiones del campo y nos reímos un rato. También puede ser porque en esta plantilla parece que nadie sabe centrar un balón en condiciones, aunque con lo que había ayer y lo que hubo casi siempre serviría de poco, porque además de no saber centrar tampoco saben rematar.
A partir de ahí todo es impotencia. El partido de Valladolid fue bastante aceptable en la segunda parte, pero este Cádiz es incapaz de crear peligro cuando debe llevar el peso del dominio. Ayer jugó otra vez Abel Buades como titular, que no estuvo demasiado fino. En- teoría debía llevar el control de la creación junto a Lobos, que intentó muchas cosas sin que le saliera ninguna. Aún así, el Cádiz se vino del todo abajo cuando estos dos jugadores fueron sustitúidos: Por el contrario, sorprendió que De Paula jugara los 90 minutos para demostrar lo mismo que en tardes anteriores: que no marca ni crea ocasión alguna y que actualmente no está en forma para seguir en el Cádiz. Todavía sorprende más cuando estaba a dos partidos de una renovación automática para la próxima temporada que no se ha merecido y que hipotecaría una plaza de delantero.
Otro detalle fino: si no se le da una oportunidad a Chico, un chaval de la cantera, en un partido como éste ¿cuándo se la concederán? Ya sabemos que ser gaditano y del filial son graves inconvenientes para jugar en el Cádiz. Podríamos citar nombres de varios futbolistas de Cádiz que juegan en Segunda B, algunos cerca, y que probablemente no son peores que algunos titulares de este equipo. En fin, que a ver si acabamos pronto y se abre otra etapa con menos disparates. Seguimos en busca del tiempo perdido.